Estreno de Graal por la Orquesta Filarmónica de Málaga

El próximo día 18 de Febrero, (y el 19 de Febrero), a las 20:30 horas, la Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM) bajo la batuta de su director titular, Edmón Colomer, estrenará la obra Graal de Martín-Jaime, en el concierto del XX Aniversario de la OFM.

La obra, escrita por encargo de la propia orquesta, la Fundación Autor, la SGAE y la Asociación de Orquestas Española, corresponde al siguiente "programa":

Die Suche (La Búsqueda); den Weg für die Tugend (El Camino a la Virtud); Zweifel (Dudas); Triumph auf dem Feld (Triunfo Sobre la Materia); Die Mystischen Weg (El Camino Místico); die Tür der Tempel der Weisheit (La Puerta del Templo de la Sabiduría); zwölf Ritter des Tempels und der König der Graal (Doce Caballeros del Templo y el Rey del Grial); die Erlösung des Helden (La Salvación del Héroe).

El héroe supremo, hijo de la luz y del Conocimiento, emprende su camino hacia su propia catarsis. Es un héroe destinado a triunfar, más allá del sufrimiento y el dolor, más allá de los mediocres y de la maldad, más allá del canto embaucador con que los predicadores de las fes de los mediocres intentan confundirlo.

El Héroe, ya solo, pregunta a la Natura qué ha hecho él, cuál es su culpa. Criado entre mediocres, vivido con mediocres, no ha descubierto aún en sí la grandeza de su genio, aún no sabe quién es él y cuál es su destino. Los árboles, callados, arropan con su verde luz el caminar del héroe y acogen sus dudas y sus pesares.

El héroe supera las limitaciones de la materia, el cuerpo y la existencia física, llegando así a la Puerta del Templo de la Sabiduría, donde le reciben Doce Caballeros y el Rey del Grial, todos ellos héroes utópicos, quienes aún le someten a más pruebas en las que ha de demostrar nuevamente su valor, honor y valía, consiguiendo al cabo superarlas y llegar al ansiado y anhelado Graal.

»Comencé a componer Graal como música “pura”, pero con un claro mensaje místico-filosófico. Aun cuando desde un primerísimo momento tuve clara la fenomenología de la obra y de que estaba seguro de su resultado, decidí, ya en la recta final, poner unos títulos alegóricos, aclaratorios del significado de cada sección de la obra, ni más ni menos que para ayudar al público casual a su más fácil comprensión.

La obra está enmarcada en la Música de Thelema, y basada por tanto en un Thema Dodecafónico. No obstante, no se trata éste como podría haberse hecho hace cien años, en el primer auge del Dodecafonismo, sino de una forma ecléctica, abierta y totalizadora, constituyéndose en base, estructura, forma, generador, armonías, motivos, células y ritmo, pero sin renunciar por ello al uso de cualesquiera otras herramientas compositivas.

Sin embargo, Graal tiene un marcado carácter restrictivo en cuanto al uso de medios: la instrumentación es reducida (para mi costumbre de usar grandes orquestas), siendo una orquesta sinfónica “a dos”; los elementos son estrictamente musicales, derivados todos ellos del Thema, desvinculados por tanto de significado leitmotívico, que no fenomenológico; siendo música pura, el “programa” es la excusa a posteriori, y no la estructura generatriz de la música.

Graal no es una obra pensada para gustar, sino que es una composición pretendidamente filosófica, cuya finalidad es mover al público, no dejarlo indiferente, hacerle heroico, filósofo, hacer que consigan el Graal, y que sepan que todos llevamos el germen del superego en nuestro interior, en muchas ocasiones cubierto por capas y capas de prejuicios y tapujos, obligaciones impuestas y autoimpuestas, pequeñas mezquindades que minan nuestro espíritu combativo contra esas mismas mezquindades y contra las del mundo que nos ahoga, nos manipula y nos devora atrozmente, como Chronos a sus hijos. Y que llegar a ese héroe no implica la destrucción sino de nosotros mismos y de esta sociedad mediocre y mediocrizante, de este statu quo que solo beneficia a los verdaderos mediocres que, como arañas, tejen los hilos en las sombras en que nos atrapan para impedirnos movimiento alguno en su contra.

Nosotros somos el Héroe, nosotros somos el superego, nosotros podemos y debemos alcanzar el Graal, porque somos, ni más ni menos, que los Hijos de la Luz y del Conocimiento, los Buscadores de la Sabiduría.«